Hablando de las bondades y los riesgos de casarse en primeras nupcias después de los 50; el gran E.C. nos ha obsequiado con una de sus magnificas sentencias: “O te cobran, o te hacen pagar”.
Es cierto que el entorno se prestaba a ello, las seis parejas que compartíamos mesa nos habíamos dispuesto en la posición habitual de chicos por un lado y chicas por otro, la comida sin ser pantagruelica requería ser regada con abundante cantidad de caldos, y las chicas se habían sentado misteriosamente cerca de la mesa en la que se encontraba nuestra prole, que dicho sea de paso, estaba compuesta por 9 meonas de menos de 10 años, por lo tanto, aún obnubiladas por Hannah Montana, y un único varón paladín del futuro del macho hispano.
Cuando aún no habíamos terminado de contener nuestras risas, ha dejado en el aire otra sentencia retórica, “Y todos sabemos qué es más caro”
En este mundo de igualdades entre sexos, con Ministerios que nos recuerdan la importancia de ser tan iguales que unos tiene derecho a tener cuotas y otros a cederlas independientemente de la valía de los mismos; sé que no es políticamente correcto escribir este tipo de comentarios, y seguro que aquellas que lo lean tendrán tanta valía que serán la excepción a tan solemne sentencia.
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